No podemos correr tan rápido ni volar tan alto, ni siquiera podemos volar, ahora dime, ¿Cuánto te duele el verme ahora? me encanta mirarte y no sentir cosquilleo alguno, adoro que tiembles e intentes tocarme de la manera en que me enloquecías, y que mi boca se abra sólo para pedirte que pares, pero que pares en serio.
Por favor no te esmeres en esto que no hay solución alguna, ahora hay alguien mejor, toca mejor y me provoca ese cosquilleo al extremo de no quitar la vista de sus labios cuando me habla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario